martes, 16 de septiembre de 2014

Estar soltero engorda

Con la cantidad de estudios de todo tipo que existen hoy en día no he encontrado explicación científica al titular de este post. No por ello es menos cierto. Más de 30 años de soltería demuestran que es cierto: viviendo sola, o solo, se come más que en pareja.

Olvidaros de la creencia esa de que los hombres echan barriguita cuando se casan y que las mujeres dejan de cuidarse en cuanto han entrado en el vestido de novia. Tan poco cierto como que cuando se está soltero uno cuida más su alimentación para resultar atractivo a los demás. Bueno, esto último pudiera ser, pero no se lo ponen nada fácil. 

Y no estoy hablando de la relación que existe entre emociones y comida, por la que cuando estás triste por no tener novio te pones hasta el moño de helado y patatas fritas. No, hablo de cosas mucho más simples, como el hecho de hacer tres comidas a lo largo del día con una mínima dignidad.


Para comer solo en un restaurante tienes que armarte de valor -más que para ir sin acompañante al cine, llevarte un buen libro/ebook/móvil o cualquier dispositivo que te permita permanecer absorto en algo ajeno a las miradas que te lanzan por estar solo. Luego prepárate a analizar la carta con todo detalle a ver si hay posibilidad de que te pidas un entrante o un postre junto con el plato principal.

Ya te lo digo yo: no la hay, salvo que lleves un día sin comer y puedas hacer frente a aperitivos cuyas cantidades son para compartir, entre dos, tres e incluso cuatro personas; o un postre que contenga las calorías necesarias para alimentarte durante dos días.

Pues nos quedamos en casa. ¿Habéis probado a pedir comida a domicilio para uno sólo? Yo hace años que desistí en el intento. Me busco alguien para compartirla o procuro que sea algo que se pueda conservar para el día siguiente. En caso contrario acabo teniendo la sensación de que soy Miranda (Sexo en Nueva York) y que quien está al otro lado se ríe de mi como ésta.


A mi nunca me han dicho eso de que pido lo mismo todos los días, pero sí que si no quiero nada más. Un ¿nada más?, ¿nada más? que suena a como si te estuvieran echando en cara que no tuvieras nadie con quien compartir la cena. Conclusión: pides por dos para evitar que al otro lado del hilo telefónico no crean que estás solo.

Pero no es que los operadores de comida china se pongan en plan hater con los solteros. Las empresas de comida preparada del súper también. Todo son raciones para dos, desde unos tristes macarrones al queso hasta las pizzas frescas. Y ya que cenas/comes solo, ¿vas a dejar la mitad del plato para luego, cuando sabes que no va a haber quien lo coma? Pues no, te zampas las dos raciones y te quedas tan ancha.

Y digo yo, en la época en la que los singles son un fenómeno social ampliamente reconocido, y hasta reivindicado, ¿por qué no hacen raciones de comida individual?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 

Template by BloggerCandy.com