domingo, 28 de diciembre de 2014

El decálogo de los buenos propósitos seriéfilos

La blogosfera seriéfila está llena estos días de listas con las mejores series del año, las peores, los actores más cachas, las actrices más hot,... y debe ser por el hastío que no he leído ninguna. Así que tampoco es plan de plantear la mía propia. En buena parte, seamos sinceros, porque mi memoria de mierda no es capaz de recordar qué vio allá por febrero y le maravilló y si How i met your mother acabó esta primavera o la anterior.

Así que lo que me he planteado es hacer un decálogo de buenos propósitos seriéfilos que se puede aplicar para 2015, 2016, 2033 y 2050 (si es que seguimos aquí y viendo series). Y no es para que los sigáis vosotros -allá vosotros- sino para que me los aplique yo. Creo que la voy a imprimir y pegar junto a la tele, que seguro me queda muy mona.
1. No hacer caso a los gurús. Esta norma se puede aplicar a cualquier ámbito de la vida. Los gurús -sobre todo los que se lo creen y no lo son- no son una ciencia exacta. Son tan imperfectos como tú. Que a ellos les parezca perfecta una serie no quiere decir que a ti te vaya a gustar. Se han dado casos en que supuestas joyas de la televisión a mi me aburren soberanamente. Ejemplo: True detective.

2. La gente que ve series (y escribe de ellas) en Madrid no es gurú ni más lista que los de provincias ni sabe más de series que ellos ni seguramente haya visto tantas. Se han dado casos (The wrong mans, London irish, Happy valley, Outlander,... no sigo por no aburrir) en que fueron series 'descubiertas' (y publicitadas hasta el hastío en Twitter) por gente de fuera de la capital meses antes de que en Madrid alguien buscara ese torrent. Busca en tu timeline seriéfilos de provincias y te asombrarás con todo lo que les saben.


3. Las cadenas de televisión son empresas, no son tus amigas. No les importa las reviews semanales que haces sobre cualquiera de sus series. Les interesa la promoción que puedas hacerles, sobre todo si es buena. Y quienes trabajan para ellas suelen tener interés en promocionar lo que han comprado (algo totalmente lícito). Así que cuando veas que tu timeline se llena de referencias a Transparent que ya se emitió hace semanas, piensa que por algo será. 


4. No ceder ante el hype. Conste que esto ya lo vengo aplicando desde hace más de un año cuando todo el mundo se empeñó en que Orange is the new black era la octava maravilla y yo le cogí tal tirria que no pienso verla en mi vida. El hype no es bueno, porque lo que consigue es crear unas expectativas muy superiores y luego el desencanto también es mayor. Mucho mejor dejarte llevar por lo que te puedan aconsejar quienes conocen tus gustos.

5. Reconocer tus gustos y sentirte orgullosa de ellos. No permitir que te menosprecien por lo que te gusta, ni hacérselo a otros. Mi serie favorita es Borgen. El día que la descubrí lamenté no haberlo hecho antes y sentí envidia de ser capaz de escribir esas cosas (y de vivir en un país como ese, políticamente hablando). Pero eso no quita para que esta temporada la serie que me alegra las noches sea Jane the virgin. Me río, me evade y hace que tenga ganas de más. Es entretenimiento puro y es lo que necesito en determinados momentos.
6. Ver series españolas. Y danesas, checas, francesas o de Lituania. Una serie no es mala por ser española. Al igual que una serie no es buena por ser norteamericana. Incluso mis adorados british alguna vez la cagan. Si realmente sacáramos porcentajes de cuantas series españolas y norteamericanas son malas ellos nos ganarían. La diferencia es que tienen una producción mucho mayor que la nuestra. Ve series españoles (Alatriste y Víctor Ros serán mis próximas) y si no te gusta déjala. Al igual que haces con las estadounidenses.


7. Si te gusta Sorkin puedes decirlo. Estás en tu derecho. Y si te gusta J. J. también, pero mi caso es el primero. Reconoce que tu autor de cabecera tiene cosas buenas y también defectos pero que al final te quedas con lo bueno que hizo en The newsroom. Discútelo, arguméntalo,... Una discusión puede ser sana, pero no hace falta insultar ni faltar al prójimo por ello.

8. Ve series con subtítulos en inglés. Podrás ver los capítulos antes, porque están primero que los subtítulos en español, y de paso algo de vocabulario se te pega. Tener el Google translate en el móvil es una ayuda. Que te has perdido varias frases, pues excusa perfecta para volver a verlo cuando estén los subtítulos en español como hago yo con Miranda. Y plantéate empezar a verlas en francés, a ver si así recuperas algo.
9. Puedes dejar las series si no te gustan. A casi nadie le pagan por ver series así que perder el tiempo con algo que no te gusta es lo más parecido a una tortura para muchos seriéfilos. Si no te convence Breaking bad por qué te has visto sus cinco temporadas.

10. Que no te guste algo de una serie no te hace peor persona, más tonto o un hater. Los gurús no son perfectos y las series tampoco. Pueden tener fallos en la trama, un personaje que no te guste o un giro dramático que te dé ganas de quemar todos los DVDs que te has comprado. Verlo y decirlo no te convierte en un monstruo o un hater, simplemente en alguien con criterio y objetividad. Y sí, esto va por The good wife y Alicia Florrick.

4 comentarios:

  1. Escribes un decálogo y en el primer punto dices que no te haga caso.
    Si te hago caso debería no hacerte caso, pero si no te hago caso debería hacerte caso, pero si te hago caso...

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  2. Me encanta tu decálogo, hace tiempo que me lo aplico en silencio. Expresar y mantener públicamente ciertas opiniones supone construir a tu alrededor un muro más impenetrable que el de Berlin en sus buenos tiempos. Coincido contigo en lo de True Detective, Orange is the new black y Jane the Virgin, así que seguiré tu recomendación y veré Borgen.

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    1. Espero que te esté gustando Borgen.
      Muchos cumplimos el decálogo en silencio, pero lo divertido que es hacerlo público xD

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