jueves, 29 de diciembre de 2011

Y un nuevo intento de volver a internet

En verano me apunté a un curso de community manager. Fueron tres meses, con ciertos momentos muy intensos para poder acabar a tiempo, y me encantó. Me quedó claro que es un campo al que me encantaría dedicarme y que, además, es compatible con la comunicación corporativa que a mi me encantaría desarrollar.

Aprobé el curso, con buena nota, hace unas semanas pero hay una pequeña pega, porque mi presencia online, obviando las cuentas de Twitter y Facebook, como todo hijo de vecino, deja bastante que desear. Esto de tener blogs con un diseño tan mono, pero sin darle uso alguno, no puede ser.


Así que ahí va uno de los propósitos del año nuevo: revitalizar un poco el blog. En realidad forma parte de un propósito mucho más amplio y único: quererme y mimarme a mi misma llegando al punto de que, si hay que ser egoísta, se intentará. Dudo que pueda llegar hasta ese nivel, pero al menos habrá que ponerse a ello.

La verdad es que actualmente este blog hace gala a su nombre y es una coctelera en la que tienen cabida diversas cosas que me interesan. El hecho de que me interesan muchas puede llegar a ser un problema porque no sé muy bien cómo organizarlo.

Si alguien (si es que aún queda alguien leyendo esto) tiene sugerencias serán bien aceptadas. Y sino habrá que conformarse con lo que se me pueda ocurrir a mi.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Puedo vivir sin BB, pero no trabajar sin ella

Lo primero que hago cuando me levanto es mirar la blackberry (a veces incluso antes de ponerme las gafas) y lo último que hago cuando me acuesto es echarle un vistazo (a veces también después de quitarme las gafas). Y es que yo tengo una blackberry, no un móvil, ni un celular, ni un smartphone. La herramienta que incluye teléfono e internet en tamaño híper reducido y más útil (in my opinion) para trabajar, especialmente cuando te pasas la mayor parte del día fuera.

Habrá cuatro año que funciono con blackberrys porque descubrí que es lo más útil para mi, nada de teléfonos con conexión a internet ni iphones con ocho millones de aplicaciones. Lo que necesito es poder llamar, enviar sms y, principalmente, recibir y poder enviar mails de dos cuentas diferentes y abrir toda clase de archivos que vengan en los mismos. Luego tener el Facebook, el Twitter y el Whatsup son elementos muy útiles y entretenidos, no lo vamos a negar, pero puedo vivir sin ellos (otra cosa es que quienes llevan toda la semana whatsupeándome se cabreen).

Otra cosa es trabajar, porque cuando llevo una hora sin haber recibido un mail me extraño bastante y empiezan mis temores. No todos los trabajos son iguales, pero en algunos, como el mío, eso significa que o bien se ha parado el mundo o tienes problemas de comunicación. Lo primero sueles descartarlo rápidamente, porque alguien te habría avisado.

Pues así llevo tres días, sin que las lucecitas de mi blackberry se enciendan. ¿Sabéis lo triste que es una blackberry sin lucecitas? Pues tanto que ayer hubo un momento que decidí volver a mi viejo Nokia de lo inútil que me resultaba tener una blackberry sin servicio de datos y cuando me sonó un sms me asusté porque se había olvidado la alerta.

Mañana vuelvo a trabajar y necesito que mi blackberry vuelva a funcionar. Entiendo que hay fallos y problemas que no se pueden predecir, pero ¡¡¡tres días seguidos!!! y cuando tienes a millones de clientes mirando para iphone. Me falta poco para ir a mirar cuantos puntos tengo acumulados y solicitar el cambio.

No creo que sea para tanto pedir que un fallo técnico como este lo solucionen pronto, porque es básicamente para que resuelvan estas cosas con urgencia por lo que pago todos los meses una tarifa blackberry de 16 euros y casi otro tanto por conexiones, ¿o no?

viernes, 19 de agosto de 2011

Se busca pitufo highlander


Bueno, en realidad no es el pitufo highlander, tampoco el pifufo escocés como lo llamo yo, sino el pitufo valiente. Y hasta hace un par de días no lo conocía siquiera, pero desde entonces se ha convertido en mi objeto de deseo (olvidando el monísimo vestido mostaza de H&M).

Si no habéis visto la película Los Pitufos vosotros tampoco lo conoceréis, porque es uno de los pequeñajos azules que se han inventado para la versión cinematográfica. A pesar de ello, ¿a que es monísimo? Yo lo sé desde hace dos días, desde que fui al cine con Sergio a ver la película en 3D.

Desde entonces no sólo ando como loca rebuscando dónde encontrar un peluche (acepto llavero) del pitufo valiente, que además de por el kilt se caracteriza por esas pedazo patillas pelirrojas; sino que me encanta el cine en 3D.

Hasta ahora nunca lo había probado, porque viendo las horrororísimas gafas esas de cartón que había antes me tiraba bastante para atrás.
Ahora no, te dan (pagas) unas gafas de montura negra, que hasta pueden dar el pego. Y la verdad es que se ve genial, al menos cuando los personajes son pitufinos que parecen talmente peluches, como el que yo quiero.

lunes, 15 de agosto de 2011

¿Sexo en Nueva York otra vez en televisión?

Como debo ser de las pocas personas que en pleno puente de agosto no se fue a ningún lado ayer me pegué un atracón de televisión de padre y muy señor mío. Aprovechando la existencia de Divinity, que cada vez tengo más claro tiene por único fin repetir las series que ya emitió Cosmopolitan, me tragué la mitad de la última temporada de Sexo en Nueva York.

No sé cuánto tiempo estaría viendo capítulos, porque entre medias me quedé dormida, estudié, entre otras cosas. Aún así en cuanto apareció Mister Big en el último capítulo senté el culo delante de la tele y nada me hubiera hecho levantarme. A pesar de que no sé ya las veces que vi el final ayer descubrí algo nuevo: mis altas esperanzas de que que un tío cambie y se convierta en normal es culpa suya (Gracias guionistas de Sexo en Nueva York).

Y con la sensación de que esta sería una de las últimas imágenes que vería de la serie apagué la tele. En unas horas empezaba a correr por Twitter la posibilidad de que estuviera equivocada, a la vista de lo publicado por TheDailyMail. Resulta que tras las críticas de la segunda película de Sexo en Nueva York la Sarah Jessi tiembla de sólo pensar volver a tener que estrenar otra cinta, así que como ve más seguro recuperar la serie (yo también) se plantea una séptima temporada.


Ella la produciría, pero falta saber si Darren Star estaría dispuesto a encabezar el proyecto (produce, escribe, dirige). Según se dice es el que tiene la última palabra y puede que sea difícil de convencer, ya que se ha negado a hacerse cargo de la película en la que supuestamente se está trabaja y que narraría la adolescencia de Carrie (no tienen tampoco actriz protagonista porque nadie se atreve).

De momento todo parecen ser cantos de sirena, porque entre otras cosas falta concretar dónde arrancaría la séptima temporada: ¿donde lo dejó la sexta o las dos películas? Ni que decir tiene que para mi debería dar continuidad a lo visto en la televisión y, previsiblemente, llenar el espacio entre el final de la serie y el principio de la primera película.

domingo, 31 de julio de 2011

No sé lo que es la continuidad

Sí, lo sé, no hay disculpa que valga. Me debió durar un mes lo de ser un poco constante con el blog, pero lo cierto es que tengo una disculpa bastante aceptable: he estado de vacaciones.

Y uno puede pensar, con tanto tiempo libre deberías tener más para ponerte con el blog, no? Pues no, no es cierto. Con tanto tiempo una se dedica a hacer lo que no hace el resto del año, comenzando por irte a algún sitio (lo más lejano posible) para olvidarte de lo que dejas aquí.

Y eso hice, aunque reconozco que podía haberme ido aún más lejos. Pero resulta que mañana vuelvo a trabajar y fíjate tu por donde me acordé de que tengo el blog abandonado.

Lo cierto es que en este tiempo tampoco es que haya pasado mucho digno de mencionar, obviando que, por fin, he quitado la imagen de 'Carolina se enamora' que tenía aquí a mano derecha. Conste que me costó mucho acabar con el, pero en el último mes y pico han sido alguno más los libros que han pasado por mis manos y todos ellos lo han hecho mucho más rápido y dejando mucho mejor sabor de boca que el de Moccia.

No sé si será que me hago mayor o que el tirón inicial se quedó en eso, en algo inicial y ahora hace libros como el que hace churros, pero sin ningún tipo de interés. Así que después de que estuviera siete meses adornando mi mesita he decidido darle boleto al italiano durante una muy larga temporada.


Y en los próximos días cogeré otros libros que me gustan casi tan poco: apuntes. Hace unos meses empecé a mirar cursos sobre marketing media, community manager y demás y supuestamente empecé el curso el lunes pasado. Digo supuestamente porque lo único que he hecho ha sido imprimir los apuntes, pero tengo intención de ponerme en plan serio a partir de mañana. Todo será poco para combatir la crisis postvocacional: una vuelta al cole en toda regla.


martes, 7 de junio de 2011

Mi palabra favorita del español es...

El Instituto de Cervantes repite este año una iniciativa puesta en marcha en dos ocasiones anteriores y que desde un primer momento me llamó mucho la atención. Antes no había participado pero ahora, ha sido verlo en el Telediario, y allí me fui. Se trata de buscar, entre los internáutas, la palabra favorita del español.


Una treintena de personalidades de habla hispana (entrenadores de fútbol, cantantes, escritores, periodistas,...) son los que sugieren su palabra y a partir de ahí los demás escogemos. Hay opciones para todos los gustos, pero la mía ha sido la de Boris Izaguirre: murciélago.
Al margen de mi pasión por los vampiros y figuras de la noche la palabra en si me parece preciosa, muy musical. Es larga, esdrújula y cuenta con todas las vocales (una cosa que me fascina desde pequeña). Conste que la decisión no fue fácil, añoranza. Querétaro, libertad, resplandor, flamenco o madre son algunos de los otros términos que se encuentran en la lista.
El plazo para participar finaliza el próximo 18 de junio (día en que en todo el mundo el Instituto Cervantes celebrará actos lúdicos) y basta con entrar en la web del Día E. Yo de momento ya he aprendido que meliflua (la palabra favorita de Shakira) es un adjetivo que sirve para definir aquello que tiene miel, es suave, delicado o tierno.

domingo, 5 de junio de 2011

Maldita memoria

Tengo una memoria prodigiosa para las mayores tonterías del mundo. Almaceno datos totalmente inútiles durante años y años. Y la cosa mejora aún más cuando se trata de números. De algoritmos y series no sé nada, pero recuerdo números de teléfono de amigas de la infancia, de antiguos compañeros de trabajo o las matrículas de los coches de gente con la que he estado muy apegada. Eso no quita para que sea incapaz de memorizar el número de móvil de mi madre.

El principal problema radica en que hay determinadas series que no querrías recordar por nada del mundo. Tanto que las eliminas de todos los sitios posibles (móviles, agendas), pero ni con esas se te va. Da igual que haga seis meses que no marcas ese número, da igual, porque no se te va de la cabeza.

Pero lo peor es cuando una lleva una temporada orgullosa de si misma porque ha conseguido olvidarse de ese número. Mira que bien, poco a poco hay cosas que pueden superarse: ya no me acuerdo de tu número, así que no me acuerdo de ti.


Pues un día, así de repente, cuando estás sin nada en lo que pensar te pones a toquetear el teléfono. Y mira tu por donde te pones a jugar con las aplicaciones y tus contactos y casi sin darte cuenta acabas marcando un número. Ahí están nueve cifras, una detrás de otra y exactas. Te salen todas, de carril y sin siquiera pensarlo. Te das cuenta con tiempo suficiente para no darle a la tecla verde, pero aún así consigues que tu maldita memoria te amargue un domingo completo.

miércoles, 1 de junio de 2011

Y si me hago un blog nuevo....

El 9 de mayo dije que iba a hacer dos entradas al mes y oh, sorpresa! Estamos a 1 de junio. (Esta entrada es de ayer, pero después de horas rebanando la cabeza he descubierto que no podía publicar teniendo internetexplorer8.0 y me he pasado a Google Chrome).
Mira que había pensado escribir sobre las elecciones, sobre el movimiento de indignados, sobre las razones por las que soy incapaz a leerme Carolina se enamora pero sí puedo verme una serie entera en una sola tarde. Y mientras pensaba y pensaba se me han pasado los 22 días que me había dado como margen. El que blogger se bloqueara varios días tampoco ayuda mucho.
Entre esos pensamientos se encuentra el último del día (bueno, de esta semana): voy a darle otro aire al blog. No, no voy a cambiar la estética que me encanta, sino a dotarlo de contenidos. El nombre de coctelera rosa viene de que son muchas las temáticas que me rondan en la cabeza y que quiero tratar y también de lo más diversas. Me encanta la literatura, la cocina, el periodismo, las series, los potis y la moda. Pero como no soy capaz a decidirme de que escribir acabo montando estos barullos que se pueden leer aquí y que no llegan a ninguna parte.
¿Y si empiezo un blog de series? Buff, no voy a poder dedicarle tanto tiempo como quisiera. Además, para eso en SeriesdeBolsillo me dejan escribir de vez en cuando. Y mira que siento tenerlas tan abandonadas.
¿De periodismo? No, que me paso el día metida en ello e iba a acabar chiflada. Lo reconozco me encanta mi mundo, pero no te puedes pasar el día intentando resolver enigmas ni denuncia públicamente todas las atrocidades del mundo (no por falta de ganas, sino porque hay muchísimas)
Así que me pasé al lado superficial. ¿Y si hago uno de potis y hago caso a ciertas vocecitas? Es factible, pero hay que tener en cuenta que no pienso hacer vídeos para Youtube y últimamente estoy a potidieta, así que no creo que tuviera mucho interés hablar de mi escasa colección de maquillaje. De la cocina ni hablamos, porque últimamente no salgo de las tortillas francesas y carne a la plancha.
¿Qué me queda? ¿Moda? Pues sinceramente, y no me digáis porqué, pero es lo que anoche tenía más visos de hacerse realidad. El mayor problema es que sea cual sea la temática, si quieres hacerlo bien, requiere mucho tiempo, algo que sinceramente dudo que tenga.
Con esa idea me acosté y esta mañana me desperté tras haber soñado que tenía el pelo fino, insulso, sin gracia y que era feliz por no tener que depender del secador, las planchas ni la peluquería. Así que no consulté con la almohada qué hacer. Salvo que eso fuera una premonición para que abriera un blog contando mis odiseas de llevar el pelo medio decente al precio que sea.
No es justo, esto no es un post como Dios manda y encima llega un día tarde (como mínimo). Pero es lo que hay, de momento, así que me retiro a mis aposentos a decidir qué hacer.

lunes, 9 de mayo de 2011

Propósitos de enmienda

La gente suele hacer propósitos de enmienda en Año Nuevo. Lo típico de 'a partir del 1 de enero me pongo a dieta, voy a salir a correr y voy a aprender inglés'. Pues yo eso lo hago el primer día del año, el día de mi cumple, el 20 de septiembre....y últimamente cada quince días. No lo puedo evitar, es dejar de trabajar y pensar en todo lo que no tienes o quieres cambiar y lo peor es que no sabes siquiera por donde empezar, así que empiezo por la tontería de los propósitos.

El sábado pasado tocó descanso y cómo no, allá que me fui yo con mis propósitos de buena esperanza. Menos mal que esta vez no me dio por escribirlos, porque si los fuera acumulando mes tras mes y año tras año me daría cuenta de que son prácitcamente los mismos desde 2003. No sé si es que ya se han convertido en algo imposible o que estoy tan cerrada que soy incapaz de salir de esta espiral en que me encuentro y que me absorbe.

Sea como fuere el resultado de toda esta parrafada fue un auténtico centrifugado de lavadora, de los buenos, de los que te dejan con dolor de cabeza y pesadillas durante dos días. Conclusión de todo ello: una indigestión de chocolate y nuevos propósitos de enmienda. No, no. Esta vez he sido más realista y me he propuesto una única cosa (el resto están por ahí, detrás): actualizar más a menudo el blog.

En principio me lancé y pensé en dos entradas a la semana. Luego me reí de mi misma y pensé en una. Al final he decidido que la cosa se va a quedar con dos entradas al mes, como objetivo y a ver si lo logro. Y si salen más, bienvenidas sean. Otra cosa es que las entradas van a ser super interesantes. El que avisa no es traidor.

sábado, 30 de abril de 2011

Miriam González, en la Boda Real

No es plan de ponerse a valorar una boda a la que han ido más de mil personas, cada una con su modelito, sus zapatitos y sus tocado. Además, muchos ya lo habrán hecho, así que simplemente cuelgo la foto de la invitada a la boda de Will y Kate que más me ha gustado. El vestido me gusta, pero el floripondio y el bolsito (es una joya) me enamoran.


Me quedo con Miriam González, esposa del viceprimer ministro Nick Clegg, con un vestido de Miguel Palacio. Ni idea de quien es el tocado. Los topitos me chiflan y como diría mi abuela 'es muy ponible', si quitas el tul.
Tengo especial debilidad por todo complemento que se pueda poner en el pelo y ciertamente desearía tener una boda en el Reino Unido para así tener excusa de calzarme un tocado mínimamente rocambolesco. Sí, porque me gustan, pero me conozco, luego me da cosa y toda la extravagancia se queda en la tienda.

martes, 26 de abril de 2011

"Quiero ser como Isasaweis"


No, no he chiflado del todo y no no quiero ser como Isasaweis, pero estoy convencida de que ese es un pensamiento muy extendido entre muchas jovenzuelas. Y lo que es peor, las que ya no lo son tanto. Hace unos años se decía que los jóvenes veían en ser funcionario su futuro laboral ideal: un trabajo fijo, con unos ingresos bastante aceptables y con pocas posibilidades de que te echen por vaguear. Vamos, era sacar la plaza y 'casi' echarse a dormir.
Con esto de la crisis cada vez que se convocan oposiciones aparecen aspirantes a funcionarios como si fueran champiñones, así que resulta que hay que estudiar mucho para poder sacar una plaza. Y a veces ni con esas.
Además, cada vez somos más vagos, así que para qué estudiar una oposición y estar currándoselo durante años, o meses, en el mejor de los casos. El ideal de hoy en día es convertirse en una nueva Isasaweis. Con esto de las nuevas tecnologías cualquiera puede crearse un blog o un canal de Youtube en cinco minutos y, a partir de ahí, convertirse en una gurú de lo que sea. Eso casi es lo de menos.
Y es que son muchos los campos entre los que escoger: cocina, maquillaje, peinados o consejos informáticos. El caso es que en tu casa puedes crear tu propio púlpito desde el que hablar al mundo. Y no sólo eso, sino que además puede ocurrirte como a Isasaweis y que puedas vivir de dar consejos desde la red. Algo que hasta puede parecer sencillo.
Ese es el nuevo sueño de la juventud: convertirte en un gurú (en el sector que sea), tener tu propio programa de televisión y publicar un libro. A este paso habrá que convocar oposiciones para ser gurú internauta.

domingo, 24 de abril de 2011

Meme del Día del Libro (con retraso)

Hace mucho que no escribo y ayer fue el Día del Libro y no me compré ninguno (creo que es la primera vez que entro en Fnac y salgo sin uno), así que le acabo de ver este meme en El Diario de Mr MacGuffin y no he podido evitar copiarlo. Toma rollo que voy a soltar a quien pueda leer esto.

El último libro que he leído: 'Ola de calor', de Richard Castle. Me acabo de sentir fatal, porque ese libro me lo compré en noviembre y lo devoré en unos días, así que llevo muchos meses sin leer. La razón: en la siguiente pregunta.

El libro que estoy leyendo: "Carolina se enamora', de Federico Moccia. Entre que acabé 'Ola de calor' y empecé este pasaron varias semanas. Pero es que estoy atascada, porque es un poco peñazo. No sé si es que eso de vender bestsellers les afecta negativamente o que a mi lo de cumplir los 30 me hace insensible a las romanticadas adolescentes.

El libro que cambió mi forma de pensar: por unas u otras razones muchísimos. Pero uno de los que me marcó mucho fue 'La casa de los espíritus'. (Hubiera quedado como todo un cliché decir 'Territorio comanche', pero no, porque ese me lo leí al año siguiente de acabar la carrera).

El último libro que me hizo llorar: del último no me acuerdo, pero el primero fue 'Tomates verdes fritos'. Lloré desconsoladamente durante las últimas 50 páginas. De eso hace más de 17 años y he seguido llorando.

El último libro que me hizo reír: de verdad mi memoria lleva muy mal unos cuantos meses, así que lo mismo, vamos al primer libro que me hizo partirme de risa: 'Garras de astracán', de Terenci Moix. Las carcajadas que se oían por toda la residencia no eran normales.

Un libro prestado que no me han devuelto: Si no me equivoco sólo uno: 'Nell', basado en la película de Jodie Foster.

Un libro prestado que no he devuelto: 'Orgullo y prejuicio', en inglés. Que no me he leído, pero es que su dueña ha desaparecido, así que...


Un libro que volvería a leer: muchísimos, pero por esto de falta de tiempo, creo que sólo he repetido 'El Principito' y con Reverte, que siempre es un placer.

Un libro que cambió mi vida: es lo mismo que antes, por uno u otro motivo muchos, pero no se puede negar que hubo un antes y un después tras conocer a Anne Rice y sus vampiros. Ahí comenzó mi auténtica pasión lectora. Bueno los cómics de Tintín cuando era niña también influyeron bastante. Y los de Barco de Vapor...

Un libro para regalar a ciegas: nunca regalo un libro a ciegas, tengo que conocer mínimamente a la otra persona, pero teniendo en cuenta quienes me rodean lo de tirarme a alguno histórico podría funcionar.

Un libro que me sorprendió para bien: pues casi todos los que me leo, porque sino acaba siendo un suplicio. Pero voy a irme a mi vena frikie: 'Oh, es el', de Maruja Torres. Este fue por la misma época de 'Garras de astracán' y de verdad que qué jartá a reírme.

Un libro que me decepcionó: 'Gomorra', soy incapaz a pasar de la página cien. Me parece un peñazo. Y todos los considerados chick-lit escritos por españolas que han caído en mis manos

Un libro que robé: Jamás.

El autor del que tengo más libros: creo que la cosa está reñida entre Anne Rice, Terenci Moix y Reverte.

Un libro valioso: 'El Principito', que me compraron cuando no sabía aún ni leer y en bable. Toma ya!

Un libro que prohibiría: ninguno, que para eso están los gustos. Eso sí, tengo total animadversión a la literatura romántica, lo que no quita para que adore la chick-lit.

El próximo libro que leeré: tengo intención de seguir con 'Carolina se enamora' y luego quién sabe...Tengo dos de Marc Levy (junto a muchos más) esperando en la estantería.

sábado, 19 de febrero de 2011

¿Un spin off de Sexo en Nueva York?

Hace un momento me chivó Sergio que Sarah Jessi habla de hacer una tercera parte de Sexo en Nueva York, pero que pide tiempo, como unos cinco años. Se puede leer en Formula.tv. Me quedo a cuadros, no sé la edad que se supone que tendrían ahora Carrie y compañía, pero a una de ellas no le faltaría mucho para jubilarse, bueno prejubilarse. El caso es que pensar en que los personajes sigan creciendo cinco años más me da una vagancia tremenda y me parece algo inviable desde el punto de vista de la película.

Así que se me ha encendido la bombilla y se me ha ocurrido la posibilidad de hacer un spin off de la película. ¿No me digáis que no? Hoy en día no hay serie que se precie que no cuente con uno, así que como Sexo en Nueva York fue pionera en muchas cosas, ¿por qué no serlo en el spin off de una peli?

En un primer momento se me ocurrió en los hijos de Miranda y Charlotte, porque van a ser unos adolescentes para entonces y vamos, tampoco pasa nada por avanzar un poquito en el tiempo para que alcancen la mayoría de edad. A Bradey muy fashion victim, de momento, no lo veo, pero las hijas de Charlotte podían ser un puntazo tremendo. Y ya no os digo nada como resulte que diez años más tarde Carrie y Mr Big hayan tenido descendencia. La idea ha ido cuajando en mi cabeza y ya tengo en mente cómo serían y todo.

Cuando la serie acabó uno de los motivos fue que habían llegado a su punto más alto y querían irse estando en la cima, algo que no consiguieron después de la segunda película. El 'cansancio' de las tramas podría ser uno de los motivos que explicaría el fracaso, porque eso de que ostentaban glamour y riqueza en época de crisis (como oí en los informativos) no se lo cree nadie. Creando un spin off con gente nueva, pero teniendo a los protagonistas antiguos como personajes secundarios, yo creo que podría funcionar y, de paso, captar a un público nuevo que no vio Sexo en Nueva York (la serie).

Esto no llegará a los señores de HBO ni de la Warner, pero deberían planteárselo (si no lo han hecho ya). Porque ellos no sé, pero yo un Sexo en Nueva York con una persona como Carmen Lomana de protagonista (si esperan cinco años es lo que van a conseguir, no se engañen, que las manos de Sarah Jessi no mienten) no iba a funcionar.

lunes, 14 de febrero de 2011

¿Odias San Valentín? no es pa tanto....

Me chiflan las encuestas y estudios sobre asuntos un tanto peculiares. No entiendo cuál es el fin con el que se realizan, al margen de darme a mi y a alguno más tema de conversación. Hoy he visto uno de esos estudios tan graciosos. Se trata del elaborado por Vipnet 360 (según leo en internet se dedica a temas de comunicación y márketing) sobre el día de los enamorados y cuya conclusión es, entre otras, que los usuarios de facebook odian el día de San Valentín.
Vipnet 360 lo que ha hecho ha sido estudiar las páginas y entradas relacionadas con el 14 de febrero que hay en esta y otras redes sociales. En el tema que publica Europa Press parece que está bastante documentado con datos acerca de la influencia amorosa en Youtube, Twitter, blogs y demás foros de discusión virtual.
El tema está bien pensado para dar a conocer la empresa y estas cosas que se encuentran en el fondo de la cuestión, pero me quedo con el comecome de si realmente la gente odia el día de San Valentín. No pienso ponerme a hacer un estudio (porque no me da tiempo, que sino...) pero hasta donde yo sé a la gente mayormente este día le es indiferente, ¿no?
Quiero decir si tienes pareja igual haces algo especial, pero si no lo tienes ¿realmente te sientes tan mal hasta llegar al punto de odiar una fiesta que es meramente comercial? Porque mira que yo he pasado muchos años sin valentín y hasta el momento no me ha dado por hacer nada raro. Eso sí, le encuentro sus cosas molestas a algunas facetas del día.
Debe ser por eso de la crisis que en mi pueblo hoy iba a haber muchos que se encontraron como regalo una tarta en lugar de unas flores o una joya. Y no, no he hecho una encuesta, sino que tuve que soportar a última hora del sábado unas colas interminables en el Mercadona. Había algunas compras habituales, pero llamaban poderosamente la atención aquellos que iban con bombones o con lotes consistentes en harina, azúcar moreno, azúcar glass, chocolate de varios sabores, etcétera.

jueves, 10 de febrero de 2011

La globalización de las redes sociales

En el último episodio de Anatomía de Grey hay una polémica centrada en que mientras un cirujano opera uno de los alumnos está twiteando lo que hace y conversa con profesionales de todo Estados Unidos. Los jóvenes lo ven como lo más normal, pero el jefe, un señor entrado en años, se muestra reticente pero acaba encantado con la idea cuando descubre los beneficios. Viendo eso no cabe duda de que las nuevas redes sociales pueden utilizarse prácticamente para todo. Es más, puedes volcar ahí toda tu vida.
Estos días, no sé por qué, me los paso hablando de las redes sociales, el Youtube y el mundo de los blogs. Y es que esto de la globalización es una cosa extraordinaria. Puedes comunicarte con gente inquietudes comunes a ti, pero vive a cinco mil kilómetros de distancia y a la que, si no fuera por el maravilloso internet, ni siquiera conocerías. Hoy aún se lo decía a un amigo 'es que yo le puedo escribir a Eva Longoria, leo su cuenta en Twitter.
Hace poco que me abrí la cuenta en Twitter y la verdad es que aún no la controlo mucho. Básicamente lo veo como un lugar en el que los egocéntricos se convertirán en felices (o infelices si descubren que no se convierten en gurús informativos) al igual que el Facebook es un paraíso para los cotillas. Pero ambas son una buena fuente de información y sino basta echar un ojo a la televisión o al periódico. Si hasta en Buenafuente tienen una sección de tweet de los espectadores...
Hace apenas un par de años a todo el mundo nos parecería increíble que un jugador de fútbol colgase una foto suya con una cantante libre y gratuitamente en internet. Ahora lo hace Piqué y realmente es una de las mejores formas de dar a conocer esa waka relación. La cosa se normaliza y como no hay fotos vendidas de por media parece que ni siquiera tiene tanto interés. Otra cosa es que sea una jugada para los fotógrafos que llevan dos meses siguiéndolos.
Esta vez han sido los reporteros de la prensa rosa, pero pronto afectará a todos, cada vez estoy más segura. Alex de la Iglesia dio a conocer su dimisión como presidente de la Academia de Cine de España en su twitter, a Arturo Pérez Reverte casi lo echan del país por un tweet en el que criticaba al ministro. Y no me quiero imaginar lo que será esto cuando empiecen las elecciones. ¿Para que organizar mítines si puedes hacerlo virtualmente y sin mover un dedo, ni gastar un dedo?

jueves, 27 de enero de 2011

Una nariz fotográfica

Una de las cosas más decepcionantes es oler un gofre y luego pegarle un mordisco y descubrir que huele mucho mejor de lo que sabe. Pensé que era algo que sólo me pasaba a mi, pero por lo visto no, le ocurre a mucha gente. Si es así no entiendo cómo sobrevive la industria de los gofres, porque el último que yo compré debió ser allá por 1992.
Lo mío con los olores y las decepciones es algo que ya se ha vuelto tan habitual como ridículo. Tengo una nariz un tanto especialita y, al igual que la memoria, podríamos decir que es fotográfica. Me viene un olor y acto seguido me viene a la cabeza una imagen con la que la relaciono. Normalmente mis recuerdos olorosos son de bastantes años atrás.
El problema está cuando se trata de una colonia. La huelo (sin querer, conste que nunca es a propósito), te haces una imagen en la cabeza, te das la vuelta buscando el olor y tachán! No se parece en nada a lo que tu tenías en mente. Pues cuando resulta que la colonia en cuestión ha sido la seleccionada como la fragancia del año, la regalan por ir a comprar el pan o algo así, porque resulta que la gente se ducha en ella.
Así, no es raro verme por la calle poniendo cara de ser un perro olfateando una pieza, luego se me queda la jeta como si me hubiera encontrado un cadáver en estado de putrefacción y, finalmente, soltando un suspiro de esos que parece van a ser el último aliento. Pues con esas pintas llevo ya varios días.
Me voy a seguir con mi búsqueda de un remedio para anular mis capacidades olfativas, al menos mientras ande por la calle.

jueves, 13 de enero de 2011

Siempre serás mi príncipe

He tardado lo suyo en volver a escribir en la blogosfera, pero la verdad es que tenía ganas. Me entraba el gusanillo cada vez que venía a leer algunos blogs de los que sigo y al final he sucumbido. Por eso y porque alguien lo ha hecho posible. La peazo plantilla de este blog es gracias a Sergio, así que como no podía ser de otra forma, la primera entrada va dirigida a el. Tengo que recuperar el ritmo, así que va a ser cortita.
Fue el primero con el que entablé una relación en la blogosfera. El 8 de abril de 2008 (sí, acabo de tirarme veinte minutos buscándolo). Casi tres años y parece que fuera ayer. Así no es de extrañar que sea de los pocos capaz de retener algunas de esas ideas chorras que se me pasan por la mente de vez en cuando y no puedo evitar plasmar por escrito.
Hace unos meses conseguí que se reenganchara al Facebook (¿acaso lo llegaste a dudar?), incluso nos fuimos a comer juntos y nos conocimos personalmente, algo que no deja de ser raro. Siempre imaginé que nuestro primer encuentro sería en uno de los pasillos de Fnac peleándonos por un libro de Marian Keyes o una película de Sexo en Nueva York cual marujas luchan por un jersey de El Corte Inglés el 7 de enero.
Es mi diseñador gráfico de cabecera, aunque no consigo que haga la web que yo quiero. Y yo estoy segura de que me convertiré en su personal shopper. Tiempo al tiempo. Bueno, mejor dicho su asistente de moda, porque si un muffin es una magdalena un personal shopper no deja de ser un asistente de toda la vida.
 

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