sábado, 8 de noviembre de 2014

Culpo a películas y series por mis altas expectativas como periodista

Vale que el periodismo es una bonita profesión, vale que está idealizado por el 98% de la población (es decir, todos aquellos que no conocéis a un periodista) y vale que puede dar mucho juego a la hora de crear argumentos de ficción, pero ¿es necesario crear tales expectativas en torno a una profesión?

Ya os contesto yo: no. Las películas y series de los últimos 20 años han creado unas expectativas alrededor de lo que significa ser periodista que no se parecen en lo más mínimo a la realidad. Me diréis que sí, que la profesión de médico, de abogado y de bombero está también exagerada. Y yo os diré que sí, pero que no tanto.

No es algo solo de la industria audiovisual, sino del mundo en general. En mi primer día de clase en la Complutense nos dijeron que no nos preocupáramos por no entrar en el aula, que en segundo el 40% de nosotros no se matricularía. Las expectativas son tan altas cuando entras que la decepción que te llevas es de las que hacen historia. Y eso sin tener contacto con el verdadero trabajo.

Por suerte a mi me pilló ya con la carrera casi acabada y teniendo conocimiento real de la profesión de periodista cuando caí en la cantidad de mentiras que nos habían vendido las series y películas en las que aparece un periodista. Corrijo: una periodista. No me digáis porqué, pero con nosotras se ceban. Cualquiera que haya visto un par de películas románticas cada año querría ser periodista. Es lógico.

Y sí el caso más evidente de altas expectativas es el de Sexo en Nueva York. Lo habré comentado cientos de veces: una mujer que escribe una columna semanal en un periódico de forma freelance (y ésta no se ha topado nunca ni con la Seguridad Social ni la Agencia Tributaria ya os lo digo yo) no puede tener ese tren de vida, ni siquiera soñarlo. Y no lo digo yo, hubo quien echó las cuentas y Carrie debería tres billones de dólares.

Ahondando en el tema económico. Días atrás vi Gone girl, en la que los dos protagonistas son periodistas. Bueno ella escribe test para revistas femeninas y él artículos para publicaciones masculinas y tienen un casoplón propio de La Moraleja, al que se mudaron desde su espectacular piso de Nueva York. ¿Por escribir test, por muchos que escribas, puedes permitirte eso? Ya os lo digo yo: no.

En La boda de mi mejor amigo Julia Roberts era una crítica gastronómica que llevaba una buena vida. Vale, lo de ella cuela, lo de su mejor amigo NO. Un hombre que se dedica a cubrir la liga universitaria de baseball, lo que traducido a España vendrían a ser los partidos de fútbol de 3ª división, esos cuyas crónicas en la mayor parte de los casos ni se cobran, se hacen por amor al periodismo, al equipo o porque no tienen otra cosa con la que entretenerse los domingos por la tarde.

Para eso es más realista Shopaholic, una chica que trabaja escribiendo artículos vanales y no le llega el dinero para todo lo que se compra. Vale que se compra demasiadas cosas y muy caras, pero esa es la realidad. El dinero no llega. 

Sigamos con estereotipos de periodistas en el cine. Cómo perder a un chico en diez días. Tú quieres demostrar esa creencia y le pides a tu jefa, rodeada de toda la redacción, que te dé cancha para conseguirlo. Que durante las próximas dos semanas te vas a dedicar a eso. Diez años atrás ocurrió algo parecido en Algo para recordar con Meg Ryan en el papel de Kate Hudson y con Rosie O'Donnell como jefa. Ya sabéis lo que pasó en las películas, yo os narro la conversación que sería real:

REDACTORA: me intriga este tema (no dices que es personal por completo por si cuela) y podría dar para un bonito reportaje. Necesito unos días a mi aire y dinero para llevarlo a cabo.
JEFA: vale, en tu tiempo libre puedes hacer lo que quieras, pero no esperes que la empresa te pague las copas. (Lo dice ocultando una risa maligna porque sabe que no tienes tiempo libre).
REDACTORA: pero necesito todo el día, no puedo trabajar en otra cosa. (En ese momento tus compañeras desaparecen para evitar que les salpique el tema)
JEFA: tú verás, pero hay una lista de chicas tan listas como tú haciendo cola por tu puesto.

Ojo que ésta última frase a casi todos nos la han dicho alguna vez y jamás la habréis oído en la televisión. Como tampoco es cierto lo que muestran en El diablo viste de Prada que pasándolas canutas y comportándote como la esclava de tu jefa vas a llegar a algo. No, no llegarás a nada porque en unos meses acaba tu contrato y ya habrá otra que te sustituya. El mundo es así de duro. No es exclusivo del periodismo. Pero en nuestro caso cada año salen muchos de las facultades de Ciencias de la Información.

Pero si no eres titulado no te preocupes, que también puedes ser periodista y salir en la tele. ¿Has oído hablar de Bridget Jones? De su formación académica sabemos poco, básicamente que no sabe hacer la O con un canuto y respondiendo a un anuncio del periódico se convierte en redactora de la versión inglesa de Las mañanas de La 1.

Pero que tú lo que quieres es salvar el mundo. No pasa nada, en The ring una periodista y madre soltera para más señas lo consigue. ¡Y en el camino liga!

¿Se os ocurren más películas o series de ejemplo? Porque que conste que están han salido de repente, sin siquiera pensarlo.

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