viernes, 31 de octubre de 2014

Mamá, que soy una influencer, pero no sé de qué

Te seguimos la pista desde hace tiempo. Conocemos bien tu estilo, tu trabajo en el blog y tu presencia en las redes sociales. Sabemos cómo tu esfuerzo detrás y delante de ellas te ha convertido en quien eres para la comunidad.

Es el primer párrafo de un mail que he recibido hoy. Imaginaros mi cara de sorpresa (quien me conoce sabe que iba acompañada de tremendas carcajadas) cuando leí semejantes halagos hacia mi persona. A continuación me ofrecían participar en "la primera comunidad que une a personas relevantes de alta reputación online con las marcas que siguen y se sienten identificadas".

No es que no los merezca es que, seamos objetivos, no soy una influencer, como decían un poco más adelante en el mismo mail. Éste blog tiene unos números que no es que sean discretos, es que son de andar por casa. Vamos si fuera privado podría tener el mismo número de visitas. Eso sin contar que hasta hace unas semanas estaba dejado de la mano de Dios.


Tampoco soy influencer en las redes sociales, a lo sumo en una tengo un porcentaje alto de diferencia entre follows y followers, pero dista mucho de poder considerarse como de alguien influyente. Además, influyente en qué. Eso es lo que más me intriga y por lo que estuve a punto de contestar el mail. Por cierto, que no contactan por el blog ni por las redes sociales, sino a través de un mail que no aparece en ningún lugar público.

El blog es un cajón desastre en el que tiene cabida un poco de todo y mis redes sociales son un auténtico desbarajuste. Casi podría decirse que en función del perfil parezco diferentes personas. No tengo un problema de múltiple personalidad, es que tengo un Twitter profesional (comunicación), otro personal (básicamente escribo -y mucho- sobre series); Instagram es para las manualidades y las cosas bonitas; en Facebook apenas publico y Google Plus... Pues os podéis imaginar lo que me acuerdo del perfil de Google Plus.

Así que como tenía la mañana tranquila entré a cotillear la plataforma de influencers. Me he registrado y no he podido hacer mucho más que introducir mis datos, porque no puede ver ni a otros influencers ni a las marcas que supuestamente quieren contactar conmigo. Ni siquiera pude seleccionar las áreas que me interesan, apenas me piden una biografía, similar a la que uso en las redes sociales, y una descripción de cómo son mis seguidores.

Mis dudas siguen siendo las mismas que al recibir el mail: ¿de qué soy influencer? En ningún momento se especifica, ni en la web ni en el correo electrónico. Apenas he encontrado una referencia poco concreta a bodas ("ponemos en valor tu trabajo para que solo aquellas marcas que te interesan puedan encontrarte, acorde a tu estilo y forma de ver la vida y vivir las bodas") y otra a moda (no la puedo copiar porque su web me da error).

Se habla de que tendré la posibilidad de probar productos, de asistir a eventos de marcas (no sé si se han fijado en que soy de Asturias y aquí eventos, lo que se dice eventos...) y de conseguir dinero (imagino que como consecuencia de esa colaboración con las marcas). 

Vamos me he sentido como una bloger influyente, de esas que invitan a presentaciones de tampones, de cremas de cacao, avellanas y azúcar, y a los desfiles de la Madrid Fashion Week. Y claro, como toda bloger influence he tenido que escribir un post para que mis (ocho) seguidores lo supieran.

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