miércoles, 16 de septiembre de 2015

5 cosas por las que detesto a Amy Schumer

La chica de moda en las últimas semanas en Estados Unidos y también en España es Amy Schumer, una rubia treinteañera que parece ser el mayor descubrimiento desde la penicilina. Pero que cuando rascas resulta que no es tan novedad como parecía al principio.

Se dio a conocer hace unos años por tener un programa de gags de humor (Inside Amy Schumer), que aún sigo emitiéndose. En España lo daba Paramount Comedy a altas horas de la noche y reconozco que me tragué más de tres y cuatro capítulos esperando a encontrarle la gracia. Nunca llegó.

Así que imaginad mi sorpresa cuando este verano resulta que Amy Schumer está hasta en la sopa y es la cómica más de moda en el mundo mundial. Aún así lo he intentado, le he dado otra oportunidad y nada, que no me convence. Ahí van mis cinco razones por las que no me gusta Amy Schumer.


1. Su humor de caca, culo, teta, pis no me funciona. Pussy es la palabra más repetida en su vocabulario. No lo hacía ni cuando era pequeña, ni cuando era adolescente, ni menos ahora. Y me da igual que lo haga un chico que una chica que un chimpancé, no me hace gracia ese humor ¿soez?. Reconozco que cada vez lo hace menos pero me cansa bastante que haya que vanagloriarla por hablar de sexo como si fuera un tío. Para eso ya tuvimos Sexo en Nueva York.

2.Me la intentan meter por los ojos. Reconozco que esto lo llevo aún peor que lo anterior. Ahora la cosa se ha tranquilizado pero hubo una temporada que resultaba imposible estar más de media hora en Twitter sin que apareciera su foto en el timeline. Soy una tocanarices y cuando me intentan convencer de algo consiguen el efecto contrario, acabo por aborrecerlo.

3. La intentan pasar por gorda y NO ESTÁ GORDA. Esto ralla la indignación en las últimas semanas cuando se dedica a ir vestida de blanco a todos los programas y la ponen, además, al lado de Jennifer Lawrence. No sé quién decidió que debía ser un ejemplo de que las mujeres sin cuerpos perfectos tienen derecho a reivindicarse. Eso no debería llegar a ponerse en duda en ningún momento, pero es que cualquiera que haya visto 'Y de repente tú' sabe que tiene un buen cuerpo (cara y brazos rechonchos, pero nada más).


4. Su película pseudo romántica moderna no me gusta. Me trago cualquier cosa que tenga indicios de ser una peli ñoña. Es sabido por todo el mundo que hay pocas romanticonas a las que me resista. Vale, ésta es una de ellas. Escrita y protagonizada por Amy Schumer no deja de ser un calco de 'Cómo perder a un chico en seis días'.

Ella asume el papel de tío y el chico asume el papel de tía. Al principio ella no quiere nada, luego acaba cayendo, se estropea la relación (por culpa de ella) y ella hace un gran gesto para recuperarlo. ¡Ya lo he visto! Incluso es un argumento parecido a 'La boda de mi mejor amigo', solo que esa tiene un final lógico y normal.

5. Las horas que pierdo intentando encontrarle la gracia. Entonces lo que hago es buscar vídeos para ver si algo ha cambiado y puede gustarme para no ser un eslabón perdido de esta sociedad. Y así el otro día perdí una tarde. Reconozco que 'The last fuckable day' (tres párrafos más arriba) me encantó, pero cómo no hacerlo cuando las que llevan el peso son las geniales Julia Louis-Dreyfus, Patricia Arquette y Tina Fey.

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