viernes, 12 de febrero de 2016

Lo que he aprendido de escribir de San Valentín (sin morir por subida de azúcar)

Por mucho que el periodismo quiera innovar hay cosas que no cambian. Las grandes fechas del calendario requieren de reportajes poco originales. Niños abriendo regalos el día de Reyes, gente haciéndose fotos de cara al temporal, las ventas de la Lotería de Navidad...

En internet eso supone temas nicho sobre los que se pueden escribir varias informaciones, siempre con días de antemano, y que ayudan a posicionar la web en los buscadores. Y estamos a 12 de febrero, sabéis qué día es el domingo: ¿de qué llevo tres semanas escribiendo?

Exacto. Ha habido días que creí que me iban a salir corazones de gominola por las orejas de tanto hablar de amor, de lo bonito que es quererse y caminar juntos de la mano por las calles (esto hay que cantarlo) ...

Cuando trabajas, investigas (no vale reírse, que he investigado) y escribes sobre determinados temas aprendes mucho de ellos, pero también de la gente. Y como ya no tengo más encargos de artículos sobre San Valentín he hecho uno (éste es gratis) sobre lo que he aprendido de escribir de San Valentín (sin morir por subida de azúcar).

Foto de Gubgib.

1. Somos unos pastelosos de mucho cuidado. Las mujeres independientes, las parejas liberales y demás cosas que creíamos conquistadas en las últimas décadas son un espejismo. San Valentín está más presente que nunca y todos queremos que nos regalen algo, algo que nos haga sentir súper especiales y amados. Y si nuestra pareja no lo hace nos mosqueamos.

2. No somos tan comerciales como yo creía, o como se pensaba El Corte Inglés. Que no hace falta gastarse una pasta en rosas (no, eso no lo he investigado) ni en cenas o escapaditas de fin de semana. Nos contentamos con hacer cosas DIY o con presupuesto ínfimo. ¡Qué la crisis no nos deje sin regalito!

3. Se vuelven a llevar las postales (esto en realidad me encanta). La puedes hacer tu mismo o comprarla y las hay con mensajes que no te dan ganas de vomitar antes de acabar de leerlas. Eso sí, de ideas para la dedicatoria andamos flojos.

4. Masterchef ha hecho mucho daño. Entre la crisis y los programas de cocineros va a ver algunos que el domingo acaben mal del estómago porque hay quien se va a meter a aprendiz de cocina para sorprender a su pareja. Yo no digo nada, pero eso sí que tiene un reportaje.

5: Es necesario que alguna cadena empiece a emitir Parks & Recreation en España porque no se sabe lo que es Galantine's day y es una pena que a mi no me pidan escribir de ello porque molaría mucho.


6. Los que escribimos de San Valentín somos unos cínicos. Cuando Kapucinski se refería así a los periodistas seguro que no pensaba en que pudiéramos escribir sobre el 14 de febrero, pero cuánta razón tenía el hombre.

7. Sigue habiendo depres post San Valentín y urgencia por pillar cacho. ¿Adivináis sobre qué escribo ahora? Cómo encontrar pareja cuando vas a la compra, cómo ligar cuando pides comida a domicilio... Se ve que estamos necesitados de amor.

8. ¿Para cuándo un día de San Google? Recurrimos al buscador para todo (yo la primera), desde para saber dónde está la pastelería más cercana a qué hacer cuando tienes que celebrar San Valentín con los hijos de tu pareja que no te sorportan porque vas de guay y encima a él/ella le toca trabajar. Además, imaginación para hacer cosas tenemos poca.

Por si no ha quedado claro: a mi San Valentín no me gusta, pero recibir bombones me encanta. Sea 14 de febrero, 19 de junio o 28 de octubre. Las cosas claras.


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