El post de esta semana ya estaba escrito. El otro día en un momento de rabia e indignación escribí un post un tanto largo, personal, sincero y con unos gifs super cuquis para la ocasión. Después de recapacitar durante cinco minutos y pedir a alguien que recapacitara por mi decidí que era mejor dejarlo en borradores aunque no prometo que no salga algún día a la luz...
Así que después de esa ansiedad volcada en forma de post lo que me he dedicado estos días es a hacer manualidades. Llevaba desde finales del año pasado desganada y con varias cosas pendientes por hacer y con las que nunca ponía. Bueno, pues en menos de dos tardes he hecho tres de ellas (una está a medias, que tiene que secar la pintura). Y como ahora lo que no quiero es recoger toda la casa (hay restos de la batalla en prácticamente todas las habitaciones, sí) he decidido escribir un post.
Digamos que después de la furia inicial me he convertido en esta rubia. Quien me siga en Twitter o en Facebook probablemente ya conozca el vídeo. Es mas probablemente esté hasta las narices de esta rubia, pero es que es una parodia TAN REAL. Yo ya dejé dicho que cuando me ponga a hacer/comprar tutús que me internen en un psiquiátrico. Hasta entonces... ¡dejadme vivir!
A estas alturas no descubro nada si me dedico a hablar de las bondades de Pinterest y de las necesidades totalmente innecesarias que crea entre quienes la frecuentamos. La verdad sea dicha que a mi Instagram me crea más necesidades -porque da ganas de comprar todo casi todo lo que veo- y Pinterest lo que hace es frustrarme porque yo no tengo esa capacidad creadora ni imaginativa. Bueno y también fascinarme por la existencia de los pinfluencers que acabo de descubrir.
Pero claro hasta el momento en que una reconoce que es una lerda para esto de las manualidades ya arrastra varios fracasos y probablemente un fuerte desembolso en material que no llegará a estrenar o que quedará relegado para siempre jamás en el cajón.
Como os podéis imaginar este post iba sobre las necesidades que te crea Pinterest, como te hace creer que puedes ser artesano -aunque sea por un día- y como hace que lleguemos a pensar que seremos capaces de hacer algo con nuestras manos porque ahí lo vemos muy fácil, de las boniteces e inspiración que puedes encontrar en este red social...
Lo que ha ocurrido es que he ido a buscar una foto y me he pasado tres cuartos de hora mirando fotos de lo que debía ser y lo que ha salido. Y sabéis qué. Pinterest también sirve para saber que hay más humanos como tú a los que no les quedan las cosas como en la foto.
Me he quedado sin tiempo para seguir escribiendo cosas interesantísimas porque ha llegado el momento de recoger los restos de las manualidades. No he encontrado en Pinterest ninguna foto que me explique como hacerlo rápido y sin moverme de la silla.
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